Wednesday, March 22, 2006

Suramérica, continente ‘maldito’ en DH


París, AFP
América del Sur es un continente ‘maldito’ por lo que respecta a la defensa de los derechos humanos, según el informe anual del Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos.
Con 47 asesinatos, Colombia ocupa el primer puesto en el trágico balance de víctimas en 2005 de la defensa de los derechos humanos, según el documento, hecho público ayer.
El documento fue revelado ayer en París, por las dos organizaciones que integran el Observatorio, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT).
En la presentación, Juan Carlos Capurro, vicepresidente de la FIDH y presidente del Comité de Acción Judicial de Argentina, subrayó “la situación terrible” que prevalece en Colombia, “uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores de los derechos humanos”.
Citó el asesinato de ocho miembros de la denominada Comunidad de Paz, un movimiento de resistencia pacífica que se opone a los grupos paramilitares, en San José de Apartado, Antioquia.
A veces, los asesinatos de los activistas de los derechos humanos son enmascarados “por los militares, que los visten con uniformes de la guerrilla para, a continuación, declarar que murieron en combate”, indicó el documento.
Según éste, los militantes de los derechos humanos y las familias de estos fueron también objetivo de asesinatos en Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guatemala, Haití y México.
En la mayoría de los casos, los abusos —ataques, detenciones arbitrarias, acoso, amenazas de muerte y torturas— son perpetrados por “grupos privados o paramilitares”.
En América Latina, más que en otras partes del planeta, “defender los derechos humanos es un compromiso extremadamente peligroso”, añade el documento al subrayar “la ausencia de una real voluntad política de luchar contra la impunidad de la que se benefician los autores de las violaciones”.
Asimismo, también el continente suramericano es donde los sindicalistas son más perseguidos, según el texto de la FIDH.
Colombia está también en cabeza, con 29 asesinatos en el primer trimestre de 2005 y “una acción a menudo asimilada a una actividad subversiva relacionada con la guerrilla”.
Las comunidades indígenas de Brasil, Bolivia, Guatemala, Chile, Ecuador y Honduras, entre otras, también son víctimas de expropiaciones por parte de grandes terratenientes y multinacionales, que en más de una ocasión costaron la vida de sus miembros.
“En Chile, el gobierno siguió recurriendo en 2005 a la ley antiterrorista para luchar contra los líderes y miembros de la comunidad india mapuche, que reivindican el derecho a sus tierras ancestrales”, explicó el texto. La citada ley data de la época de la dictadura del general Augusto Pinochet.
En Brasil, las expropiaciones perpetradas por los “escuadrones de la muerte relacionados con agentes del Estado, son el blanco de asesinatos de carácter político”, según el Observatorio.
En Jamaica, por su parte, los defensores de los derechos de las minorías lesbiana y homosexual son “regularmente amenazados y perseguidos”.

Thursday, March 16, 2006

Sobre las mafias electorales


Por ARMANDO BENEDETTI JIMENO . Padre del senador electo Armando Benedetti Villaneda

Ni la Constitución del 91, ni las reformas políticas ni el financiamiento estatal de las elecciones ni los balbucientes controles mediáticos y ciudadanos han logrado disminuir la corrupción galopante de los procesos electorales. Puede decirse tranquilamente que estamos peor que antes. Cualquier antes.
No es, como le gusta suponer a los cachacos, un fenómeno privativo de la Costa Caribe. Ya hay otras regiones del país en donde ocurren cosas peores. Por ejemplo, toda la intromisión, armada de balas o de dinero, de los paramilitares en política electoral. En otros departamentos del país en donde las cosas no han llegado tan lejos, la perversión del proceso democrático resulta francamente competitiva con lo que ocurre por aquí.
De todas maneras, sin embargo, las cosas son aquí peores. Y en Barranquilla el asunto es perfectamente obsceno. Más de la mitad de los parlamentarios que obtuvieron curul el último domingo y que tienen origen o domicilio en el Atlántico, deben esa misma credencial al dinero. Exclusivamente al dinero.
La compra de votos, por ejemplo, juega un papel cada vez más protagónico. Hace unas décadas el voto mercancía era un porcentaje menor del universo de votos. Una forma plebe de ‘redondear’ los guarismos. Hoy en día es al revés: sólo un porcentaje menor de los sufragios obedece a causas diferentes a ese tráfico de conciencias y sufragios.
Un voto se compra de muchas maneras. La más tosca es el billete de 50 mil que se entrega por cada voto recién emitido. Pero se compran también Cámaras enteras, candidatos futuros a Concejo o Asamblea, ediles, líderes de barrio, jefes de recursos humanos en empresas del sector privado, burocracias del sector público.
Es, además, una conducta impune. Todos sabemos quienes lo hacen. Sí esos, pero hay otros que con una injusta pero mejor reputación hacen exactamente lo mismo. Y no pasa nada. Los medios de comunicación, por ejemplo, hacen rutinarias y rituales alusiones al problema, que sirven para cualquier cosa, por ejemplo para fingir un reproche, pero nunca para evitar ni deprimir los delitos electorales. Son igualmente poco imaginativos los esfuerzos de Registraduría y Ministerio Público.
Algunos idiotas prefieren responsabilizar a las víctimas. La verdad es que la corrupción es consecuencia, entre muchas otras cosas que la convierten en un fenómeno complejo, de la falta de alternativas políticas. Cuando no las hay, cuando da lo mismo el candidato A que el B o el C, resulta comprensible que el ciudadano termine dirimiendo esa igualación por lo bajo, recibiendo una beca, un puesto, una tubería, un pavimento. La pobreza del elector y la pobreza intelectual y moral de los candidatos engendran con facilidad un delito político.
Además de la compra de votos propiamente dicha, hay que mencionar el papel estelar que de otras maneras cumple el dinero en los resultados de las elecciones. Algunas, —y algunas no quiere decir pocas— campañas electorales en el Atlántico, costaron entre 4 y 6 mil millones de pesos. Cada una, claro. Gerentes del sector financiero y ciudadanos en general sabemos que esas cifras no son una exageración ni un delirio.
Además de la corrupción que puede presentirse en el gasto de semejantes cifras (tienen que reintegrarse ese costo cuando no se lo han ‘reintegrado’ por anticipado), está el factor desequilibrante y antidemocrático que el dinero le otorga a los procesos políticos. Conocí de campañas que contrataron, para una ciudad como Barranquilla, ¡la extravagante cantidad de 3.500 taxis! Si a los 70.000 ciudadanos que pueden ser movilizados por esos taxis, le sumamos los que fueron transportados en buses, busetas, carros particulares y moto-taxis, ¡estamos hablando de un número superior en un 100% de la votación real obtenida por cualquiera de ellos en todo el país!
El número de vallas, pendones, stickers para buses, afiches, tropezones, y cualquier otro elemento de ese carnaval de la contaminación visual del espacio público en que los políticos convierten las ciudades, sugiere también un gasto inmisericorde, dilapidador, insolente y ofensivo. Uno que, en todo caso, viola todos los topes legales del financiamiento electoral y todas las pretensiones de igualdad jurídica de la Ley.
El caso de los paramilitares en la política fue siempre rechazado como un episodio de intromisión armada. Pero no sólo eso. Lo que prueba el episodio paramilitar es que siempre que el dinero sea la causa más eficaz de la participación electoral, la deslegitimación del Estado, de la democracia, de los partidos y del ejercicio de la política acaban retroalimentando otros delitos y corruptelas, y estos a su vez hacen la reciprocidad invadiendo más efectivamente el proceso electoral.
El fenómeno además va haciendo irreparables estragos en la conciencia de electores y elegidos. Conozco nuevas generaciones de candidatos repitiendo y reproduciendo sin distingos ni escrúpulos, estos delitos electorales. Un candidato a Cámara que posaba de ser una especie de Superman de la decencia, terminó metido en una riña telefónica con su candidato a senador, pues éste le atribuía componendas debajo de la mesa con otro candidato. Pocas veces advertimos, por otra parte, que el financiamiento empresarial de las campañas políticas impone un inevitable sesgo de clase, de ideología y de programas.
Los cachacos del jet-set lanudo no sólo se hacen los de la vista gorda, sino que acaban promocionando como próceres a candidatos y candidatas que utilizan allá tal cantidad de vallas enormes, proyectores y otros recursos sofisticados de promoción que es imposible creer que no hayan sobrepasado varias veces los topes de Ley. A veces el que sea el padre del candidato quien invierta esas enormes cantidades de dinero, provoca críticas más compasivas por parte del poder mediático. No es lo justo, por la perversión implícita que el dinero atribuye al proceso electoral al que se vincula, según ya hemos visto. Y si el papá es concesionario o contratista del Estado, pues hay entonces un des-valor agregado. Un vicio agregado.
En fin, estoy seguro de que el del domingo fue el último debate de Congreso en que los delitos electorales tengan tal grado de tolerancia política y social. Tal vez llegó la hora de presionar en el Congreso una Ley que ponga en cintura a éstos mercaderes. Ojalá esa Ley logre sacarlos otra vez del templo. Imagino que no será muy difícil construir una Ley eficaz, con penas de prisión de largo alcance, para quienes insistan. Al fin y al cabo el país ya tiene una amplia experiencia y conocimiento de lo que hacen. El hecho de que hayamos sido tan tolerantes hasta hoy no nos obliga a perpetuarnos en eso. Ni a desperdiciar una información y un conocimiento que podemos trasformar en una eficiente herramienta legal contra las mafias electorales

Ganó una vez más el paramilitarismo

Una mirada a las elecciones legislativas en Colombia

Hugo Paternina Espinosa

Se ha realizado en el día de ayer –12 de marzo--- un nuevo rito eleccionario en Colombia, unos más para aceitar la maquinaria de la democracia genocida que existe en el país y que dirige a punta de mentiras, de difamaciones, de encarcelamientos ilegales, de asesinatos selectivos y de impunidad, el Presidente Álvaro Uribe Vélez.

Un análisis somero a los escrutinios nos dice que los partidos prouribista, (Partido de la U, Cambio Radical, Colombia Viva, Alas Equipo Colombia, Colombia Democrática y Partido Conservador Colombiano) con ganaderos, terratenientes, políticos de oficios, corruptos, gamonales y señalados personajes de tener vínculos con el narcoparamilitarismo, son, sin duda, los grandes ganadores de la contienda electoral a la hora de escoger el poder legislativo en Colombia. Pensar de otro modo es engañarse. Así, las cifras nos señalan que el hoy candidato-presidente a través de sus partidos prouribistas, a pesar de la independencia que reclaman para actuar como bancada algunos, dicese el Partido Radical, de Germán Vargas Lleras, y otros, incluido el partido Conservador, han obtenido la mayoría absoluta tanto en el Senado de la República (61 escaños/58%) como en la Cámara de Representante (90 escaños). Al colegir por los hechos, un sector muy importante de la sociedad votó en pro de derechizar aún más el país, es decir, en la lógica de profundizar la guerra, el modelo neoliberal y de ampliar el espectro de la fascitización del país, lo cual adquiere una connotación bien clara en el impulso y desarrollo de la política de Seguridad Democrática, la cual será relanzada y ajustada dado los contundentes golpes que ha propinado las FARC al Ejército y la Policía en la últimas semanas.


Ganadores y perdedores.


Está claro que el dinero y el poder del narcoparamilitarismo se han hecho presente, una vez más, en el triunfo de los partidos políticos que promueven a Uribe y en el caso que nos concita, en el de algunos que impulsan su reelección. Así lo ha reconocido, incluso, el Director del partido Liberal, Cesar Gaviria Trujillo, Expresidente de Colombia y uno de los principales derrotados en estas elecciones, quien muy a pesar de que su partido obtuvo 17 escaños para el Senado (1.457.332 votos/15.52% de la votación, lo que no alcanza el millón y medio de votos) y otras importantes curules para la Cámara (38), no deja de reconocer que los resultados terminaron siendo extremadamente modestos en comparación con lo que desde ese imaginario político se había inventariado inicialmente, (se aspiraba a sacar 30 Senadores), lo que en ningún caso podría implicar una liquidación de esta importante filiación política como algunos muy entusiasmados uribistas creen.


De todos modos, el Partido Liberal ha perdido importante fuelle, pues pasó de tener 29 escaños sólo en el Senado en el periodo (2002-2006), con una votación que había alcanzado los 2.710.599 votos, a tener apenas 17 senadores en la actual elección (2006-2010), derivado ello de la salida de importantes barones electorales de su seno y quienes recalaron bien en el Partido de la U, el más apropiado a decir que es de Uribe (y quien obtuvo el 17.49% y 20 Senadores, siendo el más votado), y los otros a Cambio Radical (13.36% de la votación y 15 senadores) o a otras sensibilidades políticas.


De todas manera, la crisis de los partidos político sigue siendo algo notorio dentro del espectro político nacional, lo que se suma a la ya secular abstención que reina en el país y que en esta ocasión se ubica en el 60%, lo que evidencia un importante grado de deslegitimación del régimen político existente en Colombia. Y es que los niveles de marginalidad y de exclusión junto al desempleo crecen y frente a ello el rito de las elecciones y el embeleco de la democracia han demostrado su incapacidad para satisfacer las más mínimas necesidades al conjunto de la población, la cual ve las elecciones con apatía y como algo distante a la solución de sus urgencias. Para muestra un botón, de los 26.5 millones de personas habilitadas para votar sólo lo hicieron – lo han hecho escrutado el 97.1%-- algo más de 10 millones 780 mil personas, lo que equivale a decir que ha sufragado sólo el 40.54% del potencial electoral. Esta es nuestra democracia deslegitimada desde dentro y desde fuera.


En el caso del Partido Liberal, parece ser que a César Gaviria y a sus huestes no le sirvió el que sacarán a uno que otro aspirante al Congreso o congresista proparamilitar o mafioso enrolado en sus filas, (los muy visibles, pues otros están allí), ni tampoco el que con gran ahínco pusiera de manifiesto y de modo insistente los nexos que había y hay entre importantes uribístas y el narcoparamilitarismo. Al final, el partido Liberal ---ha tenido que presenciar el abrumador triunfo del Partido de la U, una suerte de oportunismo electorero donde bien confluyen Liberales, Conservadores e “Independientes”, con un fuerte tinte coyunturalista y que se mueve en función de Uribe y su poder mediático---, y sobre todo perder terreno en el Congreso frente al partido Conservador, uno de los grandes ganadores de estas elecciones, hecho que no se presentaba hace ya varios lustros, pues siempre se había mantenido como una importante minoría, bien es decirlo, pero con un grado significativo de consolidación y estructura de partido.


Sin acabar aún el conteo de los votos, el Partido Conservador dirigido por Carlos Holguín Sardi y bajo el paragua mediático del Uribismo obtuvo una votación que supera el millón y medio de votantes sólo para Senado (1.514960 votos/16.13 de la votación) lo que le proporciona 18 curules en esta Corporación. Para Cámara obtuvo 28 escaños lo que le posibilita romper su ya tradicional complejo de minoría parlamentaria y que lo pone de cara a las elecciones del 2010-2014 en la perspectiva de aspirar con su propio candidato a la Presidencia y, de paso, recomponer totalmente su fuerza electoral menos fragmentada que la del Partido Liberal, pero que en algunos casos ha acusado la fuga de algunos de sus miembros hacia otras fuerzas políticas, en especial las más cercana a Uribe.


Cuando se dice mayoría absoluta los paramilitares también cuentan.


Muchas razones tenía Uribe para querer configurar una mayoría absoluta que le fuera favorable en el Congreso. A ello le apostó y con fiereza, pues proyectos como el TLC, próximo a ratificar en el parlamento, y el de darle continuidad al esperpento de la ley de Justicia y Paz, impulsora de la legalización de la impunidad frente a los crímenes de lesa humanidad y de guerra cometidos por los narcoparamilitares así se lo imponía e impone. Amén de irse contra el derecho de tutela y la Corte Constitucional en la próxima legislatura, y convertirlas, sin duda, en instrumentos dóciles de su poder y su arrogancia desmedida. Uribe de ningún modo podía darse el lujo de una correlación de fuerza desfavorable en el seno del poder legislativo, era consciente de ello y por eso se puso al frente de las elecciones legislativas, y de igual modo, los paramilitares, quienes no han dudado un instante en apoyar a los candidatos de sus preferencias, que son los mismos de Uribe, con eficaz resultado, obviamente, en la mayoría de los casos, y como se podría demostrar en no pocas regiones del país donde tienen importante presencia como fuerza político-militar. El caso de Dieb Maloof, Habib Mergeh (Expulsado de Cambio Radical) y Jorge Luis Caballero, así lo confirma.


Así, una gran parte del famoso 35% del Congreso del cual hablaron importantes señores de la guerra en su momento ha quedado reelegido, salvo contadas excepciones, como el de Rocío Arias, Eleonora Pineda, Muriel Benito y Jorge Luis Feris Chadid, en especial las dos primera, quienes se la jugaron en el transito a la legalización de los narcoparamilitares de todos los pelambres, con verdaderas arengas en el Congreso en defensa de este proceso, con el apoyo de Uribe, seguro, y hasta donde llevaron a Mancuso y a Báez, siendo entonces Zulema Jattin Presidenta de la Cámara de Representante, ---se hace imperativo recordarlo---, y hoy senadora elegida por el Partido de la U de Uribe.


Ahora los narcoparamilitares sin quitarles el apoyo total a Arias y a Pineda, sólo basta con ver lo que hicieron en sus áreas de influencia en Medellín, en el caso de Arias, para saber que muy a pesar que se la jugaron imponiendo su nombre en importante barrios en la capital de Antioquia, con coacción abordo y con un despliegue publicitario, les resultaba más conveniente a ellos y al candidato-presidente también de que las tan alegres admiradoras de Mancuso y Don Berna no estuvieran en el Congreso. Son muy llamativas, se han vuelto visibles, muy visibles y, por tanto, más comprometedoras. Ya cumplieron su papel. A lo mejor las enviarán de Cónsul o de Embajadoras, si hay reelección, o antes, nadie puede negar que así sea, pues según Uribe gordo favor le han hecho al país estas “ilustres damas”, hoy parte de la galería de los/as quemados/as y de los/las afectados/as por la relación entre narcoparamilitarismo y política; hecho este ampliamente denunciado por Gustavo Petro, Cesar Gaviria y Gina Parodi, pero con resultados poco halagüeños al juzgar por las elecciones de ayer y más si tenemos en cuenta que no son pocos los señalados que han resultado elegidos como congresistas y, en especial, en los distintos partidos que apoyan al candidato-presidente Uribe. Es propio recordar entonces que, Vicente Castaño confiado en su poder arrogante y asesino, como todo lo de los narcoparamilitares, en su momento había dicho que aumentarían su poder en el Congreso y así se ha cumplido; el paramilitarismo de manera lenta pero segura ha permeado y con éxito el Congreso, “su Congreso” y también el de Don Berna, Mancuso, Báez y demás. Con el Uribismo han aterrizado los que no estaban o se han afianzado los que ya estaban y difícilmente saldrán de allí.


El hecho que Rocío Arias, Eleonora Pineda y demás señalados por sus nexos con el narcoparamilitarismo no hayan alcanzados sus escaños, no puede interpretarse en sentido alguno como un achicamiento del perímetro ocupado por el narcoparamilitarismos en el Congreso, pues si éstas se fueron, de seguro que otros y otras han llegado, y el caso de la lista del prouribista Luis Alberto Gil, del Movimiento Convergencia Ciudadana (6.25% de la votación, que corresponde a 586.870 votos) y quien obtuvo 7 senadores y 7 representantes a la Cámara y con una importante concentración de votos en Departamentos de amplia influencia narcoparamilitar como Arauca, Meta y Guaviare así parece confirmarlo.


Basta citar en el caso Convergencia Ciudadana, quizá, lo que acontece con el propio Gil, a quien el Senador por el Departamento de Santander Hugo Serrano denunció por sus caudales en campaña, sin que se conozca la procedencia de los mismos, y ahora y quizá también se le suma el hecho de que una de las personas escogida como Representante a la Cámara por su organización política, en particular la Representante electa Fabiola Olaya Rivera, fuera señalada en campaña de manera insistente por muchos de sus adversarios políticos en el Meta de tener estrechos vínculos con Miguel Arroyave, Jefe del Bloque Centauro de las Autodefensas y quien fue asesinado hace ya algún tiempo. Y dentro de esta lógica de reemplazar a políticos que perdieron su curul por tener vínculos con el paramilitarismo se inscribe entonces la escogencia de Héctor Julio Alfonso López, (el hijo de Enilce López, alias la Gata y quien diera a la anterior Campaña de Uribe a Presidencia la bicoca de cien millones de pesos), y quien después de haber sido expulsado del partido Conservador, a regañadientes, a petición del cadidato-presidente para dar la señal de que él no está con el crimen y con lo ilícito, terminó en el Movimiento de Apertura Liberal donde resultó no sólo electo como Representante por el Departamento de Bolívar él, sino otro miembro de este dudoso partido. Y de este modo, los expulsados que realmente no lo fueron nunca, terminan hoy supliendo a congresistas proclives al paramilitarismo y que perdieron sus curules.


El uribismo y sus odas


Juan Manuel Santo, Presidente del Partido de la U, primera fuerza política en el Congreso hace Oda a Uribe, tiene motivos para hacerle y cree que el es el arquitecto del triunfo en las elecciones legislativas, El Diario El Tiempo suspira por su candidato, es decir, por Uribe y da como más cercana su reelección y quizá no se equivoca, pues, no sólo es el candidato de los narcoparamilitares y de muchos narcoparapolíticos públicos y encubiertos, con sus incontrolables e incontrolados caudales, sino también porque es el candidato de los militares, los industriales, los banqueros y, por supuesto, del Gobierno de los EEUU que lo tiene como un gobierno amigo, cómplice diría yo, y dispuesto a utilizarlo contra Venezuela, ----como cuando lo utilizó en el Consejo de Seguridad frente a la vulgar guerra contra el pueblo Iraquí, en particular a Alfonso Valdivieso, Exfiscal y Exembajador en la ONU y hoy quemado en su intento de hacerse elegir por una de las listas uribístas--- cuando las circunstancias lo exijan, de hecho el antichavismo que se rezuma entre muchos Uribístas, reelegidos y elegidos, así lo confirma.


De esta manera 6 de los 8 Partidos más votados en el espectro político nacional gravitan bajo la órbita del Uribismo, que le ha dado una verdadera y mortífera estocada al Partido Liberal, quien muy a pesar de sus magros resultados acusa el síndrome de la derrota, de la cual no pudo salvarla ni siquiera el Expresidente César Gaviria, que con total entusiasmo asumió la jefatura de partido bajo el supuesto de enfrentar la maquinaria uribista y obtener una votación decorosa en las legislativas. De este modo, Cesar Gaviria fracasó en el intento de unificar esta sensibilidad política y hoy y ante lo abrumador de la derrota confiesa que piensa dejar la dirección del partido. Desde las voces más obcecadas del Uribismo victorioso se empieza a insinuar que el Partido Liberal debe cambiar de actitud frente a Uribe y si hay reelección no dudo que le pedirán a la dirección del mencionado Partido que le entregue las llaves a Uribe y que le reconozcan como su jefe.


Los partidos Prouribistas están felices, también lo está el narcoparamilitarismo que puede seguir gozando de la impunidad que hoy le provee el Uribismo y que le seguirá garantizando si se confirma la reelección. Por hoy los resultados que arrojan las elecciones les señala que la situación se mantendrá imperturbable y que así se librarán de la extradición, del Tribunal Penal Internacional y que pagarán el tiempo de cárcel sólo el que ellos estimen conveniente. De modo pues, y no hay duda, en estas elecciones ha ganado el Partido de la U, los Conservadores, Cambio Radical, etc, pero también el narcopamilitarismo, en realidad el mayor de los ganadores.


Construyendo un polo


Sin duda, la izquierda agrupada en el Polo Democrático Alternativo también puede darse como una de las fuerzas ganadoras. De hecho el haber obtenido una votación que supera los 900 mil votos (914.964 votos, lo que equivale parcialmente al 9.74% del potencial electoral) no deja de ser significativo en un ambiente polarizado y en donde la extrema derecha invade y pretende eliminar, en una ejemplar forma de combinación de todas las formas de lucha, todas las voces que se oponen al unanimismo e inmovilismo de Uribe. El haber sacado el PDA 11 senadores y 8 representante a la Cámara, sorteando también escollos de tipo interno y sobre todo aquellos derivados del mundo de lo ideopolítico y lo programático, no deja de ser un logro importante. Significativo también resultó la escogencia del ilustre jurista, Carlos Gaviria, como el Candidato por el Polo de cara a disputarle la Presidencia a Uribe. El talante humanitario y su creencia en la radicalidad de la democracia dentro del Estado de Derecho lo hace un candidato firme y seguro, y nos recuerda que en Política no todo vale como de manera inescrupulosa y zafia piensa Uribe. El reto del Polo es grande, urge una oposición desde su seno serena pero certera y más cuando se trate de poner en cuestión lo que afecte el interés general. Antes debe asumirse como partido y actuar como tal, lo que implica un paciente trabajo como quiera de las diversas tendencias que lo constituyen tienen configuraciones ideológicas y políticas muy dispares. El reto es inmenso pero vale la pena y más cuando de atajar la fascitización del país se trata.


Un apunte Final.


Por último, no quiero dejar de pronunciarme sobre lo que ha acontecido con la Circunscripción especial para Senado en relación con los indígenas y en donde el voto en Blanco ha superado y con creces al voto emitido a favor de los candidatos de procedencia indígena. En este sentido resulta afectado Jesús Piñacué y Eulalia Yagarí, quienes se habían lanzado por la Alianza Social Indígena (ASI) y resultaron elegidos. Dado este hecho hay que proceder a repetir la elección entre la ASI y las Autoridades Indígenas de Colombia (AICO) para escoger nuevamente a los senadores por estas circunscripción especial Indígena.


Una gran lección han dado los indígenas a sus pretendidos y desgastados líderes, quienes después de obtener la curul difícilmente las comunidades le pueden exigir responsabilidades sobre sus actuaciones políticas, casi siempre asumidas a título personal y a espalda de las mismas. El modelo de representación indígena hasta ahora conocido ha mostrado su quiebre y el voto en blanco refleja un acto consciente de participación y de repudio a esa manera peculiar, arrogante y despótica, muchas veces, de cómo los representantes de los pueblos indígenas tanto en el senado como en la Cámara vienen interlocutando con la dimensión política de la sociedad mayoritaria, casi siempre a espalda de las decisiones que se toman al interior de las comunidades y de eso Jesús Piñacue, uno de los directos afectados sobre el particular sabe, sin duda, mucho. Los indígenas han plantado cara al clientelismo etnopolitico y buena cuenta y emular este comportamiento se hace imprescindible en la sociedad mayoritaria.


Este hecho de rebote ha afectado a Antanas Mokus, a propósito otro gran perdedor y con un déficit pedagógico inmenso de cara a esta elección, pues él fue inscrito como aspirante a la Presidencia de la República por la Alianza Social Indígenas, y de volver a perder la ASI las elecciones, ésta perdería la personería jurídica y con ello Mokus la aspiración de presentarse a competir por la Presidencia. La derrota de Antanas Mokus es estruendosa como quiera que su Partido Visionario no obtuvo el umbral y sus candidatos no pudieron obtener ninguna curul en ninguna de las dos Cámaras. Los electores tomaron atenta nota de sus ejecutorias en lo social en Bogotá y le dieron la espalda. Yo no dejo de alegrarme por ello. Igual suerte corrió el yuppi Enrique Peñalosa de ingrata recordación para importantes sectores sociales de Bogotá en su controvertido paso por la Alcaldía y quien no sacó tampoco ninguna curul. Y para que la desmemoria no cunda, magnifica la derrota propiciada por los electores a Carlos Moreno de Caro convertido en el bufón de los Consejos comunitarios de Uribe, asistió a casi todos, y sin embargo, eso no le sirvió para quedarse. Muy bien por estos ilustres quemados.

Colombia en contravía

por Reinaldo Spitaletta Thursday, Mar. 16, 2006 at 8:24 PM

Colombia, en contravía de los procesos de renovación política que se viven en algunos países de América Latina, confirmó en las elecciones del pasado domingo su proyecto de derechización, aupado y concebido por una élite pronorteamericana y abiertamente antipopular.

Como se esperaba, el Congreso elegido tiene una asfixiante mayoría uribista, lo que le permitirá al hoy presidente candidato seguir desarrollando sus políticas neoliberales, al servicio de minorías que se enriquecen en medio de las crecientes carencias de los desheredados.

Los comicios demostraron, una vez más, el devastador poder del clientelismo y de las maquinarias políticas, en este caso uribistas. En una campaña sin debates, en la que pulularon los recién creados “partidos” que respaldan al Presidente, éste, sin escrúpulo alguno, realizó en los últimos quince días por todos los medios de comunicación un sainete para promover a sus discípulos.

Incluso, la cascada de cuñas propagandísticas, con la voz y la figura presidenciales, iban en sentido contrario de las disposiciones electorales. Pero, en un país que perdió su capacidad crítica, por las artes de una realidad virtual creada por el uribismo, al presidente candidato todo le está permitido.

Así que, en los días previos a la lid electoral, como otro modo de impacto publicitario oficial, ni siquiera fue cuestionado el vulgar montaje acerca de la entrega de una columna guerrillera y un avión. No. Ni tampoco las evidencias de la farsa provocaron en los medios de comunicación –la mayoría prosternada ante el poder- críticas ni petición de explicaciones al Presidente y su Comisionado de Paz.

Si éstos, o sus epígonos, injurian a un candidato, como pasó hace poco con Rafael Pardo, basta con que el presidente dé unas disculpas peores que las acusaciones. Y no acontece nada. Si se pasa por la faja la ley de garantías electorales, no sucede nada. El todo lo puede. Está blindado. Ha adquirido dotes mesiánicas y sacrosantas. Es más: cuestionarlo, señalarle su autoritarismo, o mostrar que “trabaja, trabaja y trabaja” para beneplácito de una minoría acaudalada y de las corporaciones transnacionales, es ponerse en riesgo.

En esta democracia de pacotilla, que además hiere la filosofía de un Estado social de derecho, en la que el poder omnímodo no permite el florecimiento de la oposición, está todo dado para que ese proyecto de la forzuda derecha colombiana borre a sus contradictores.

¿Cómo puede florecer la democracia en un país que es el décimo del mundo en inequidad social? Aquí, en medio de las desigualdades, sí prosperan, y casi hasta niveles inverosímiles, las fortunas astronómicas de los magnates. Y se secan las posibilidades de una vida decente y sin carencias para las mayorías. Y si no, que lo digan los Sarmientos y Santo Domingos cuyas arcas se engordaron hasta estar entre los más ricos del planeta.

Con un Congreso de bolsillo, el proyecto derechista y excluyente de Uribe, o, en otras palabras, de quienes él representa, se aplicará sin “pataleos” de casi nadie. Tiene la plutocracia el camino expedito para continuar sus políticas antipopulares y de enriquecimiento propio.

Esta extraña democracia electoral, en la que la abstención es mayoría (mayoría inerte e inocua), confirmó, además de la espantosa derechización, la muerte de las ideas. Porque la pobreza ideológica de los siete o más movimientos creados a la sombra del “profeta”, raya en lo ridículo. Sin programas, solo empujados por el divino soplo de su amo y señor, y por el respaldo del poder del dinero, lograron la “barrida”.

Su única luz, su “pensamiento” único, es el presidente candidato. Ah, pero poseen la máquina para hacer votos, la máquina para aparecer en todos los noticieros y periódicos. El poder. Un poder, además, basado en la mentira, en la construcción de una irrealidad que mantiene embobados y obnubilados a muchos.

Lo que viene, sin duda, es el envalentonamiento de una derecha, que se sentirá a sus anchas para continuar entregando el país a los requerimientos del imperio, pero también la oportunidad histórica para que la izquierda democrática avance en sus denuncias y en la lucha por un país en el cual algún día tendrán que imperar la justicia social, la democracia real y la soberanía del pueblo.

Así que, visto desde otro minarete, el reto para los excluidos es el de comenzar a andar en la construcción desde abajo de una auténtica democracia y de un país sin desigualdades.

COLOMBIA HACIA EL UNANISMO Y EL HAMBRE


La gran ganadora fue la “oposición oculta”, al gobierno de Uribe Velez al observar que la abstención oficial es del 62% pero si ha esta cifra le sumamos los votos , que se consiguen por la compra, por el puesto, por el contrato, por la coacción mas los votos nulos y los de la oposición manifiesta al actual gobierno tenemos que concluir afirmando que este porcentaje puede ser de un 23%. Lo que nos daria un 85% de la sociedad colombiana que no respalda al gobierno del Presidente Uribe.
Ya que tenemos que ver en el millón cincuenta mil votos nulos, a esa cantidad de personas analfabetas a quienes se llevan a la urnas, con dinero , embriagados muchas veces y como es obvio , no saben votar.
Tenemos que observar también en los votos alcanzados por el liberalismo, el polo democrático y los movimientos de oposición votos en contra del gobierno.
Queda pues ese quince por ciento que voto a favor y con ello le entrego el poder político al uribismo al consolidarlo con 62 curules en el Senado de la Republica.
El uribismo ganó en un país que se aleja de la política, abstencionista, polarizado. De cada 100 colombianos aptos para votar, 60 se abstuvieron, 3 votaron en blanco, a 4 les fue anulado el voto y 1 devolvió el tarjetón sin marcarlo. Apenas 32 de cada 100 colombianos votaron por alguno de los partidos en contienda.
Una votación tan precaria no garantiza que las decisiones políticas que tomen los congresistas de la mayoría junto con el presidente Uribe, quien será reelegido, que después se conviertan en leyes de la Republica, sean acatadas voluntariamente por la sociedad colombiana, lo que implicara el uso de la fuerza publica y de la rama jurisdiccional para imponerlas. Lo que llevara necesariamente aprobar reformas que traerán menos independencia e imparcialidad de los jueces y mas represión militar y policíba.
El partido de la U, y lo que hoy llaman la bancada uribista, no es mas que una reunión de arribistas , que tuvieron que aglutinarse para poder recibir todas las prebendas que se les entregaron ha quienes estaban del lado del Presidente, para ellos a su vez hacerlas llegar al electorado con la finalidad de poder salvar o ganar sus puestos en el Congreso de la Republica. Pero surge una nueva realidad que es innegable, el Partido de la U, saco mas votos que sus candidatos individualmente considerados. Lo que significa que la curul es del partido y no del candidato, de manera que el voto del congresista debe ser en el sentido que quiera el presidente y no en el que desee el parlamentario . El mensaje para los partidos y movimientos que respaldaran la reelección Uribista es claro en el mismo sentido, la ganadora fue la bancada uribista , no ellos individualmente considerados, por lo tanto si quieren subsistir deben obedecer.
El Congreso de la Republica solo tendrá dos vertiente: Quienes tienen la obligación de acatar las ordenes de Uribe y quienes lo desobedecen por lo tanto se le oponen. Pero la sociedad en su gran mayoría es anti-uribista , pues eso fue lo que expreso en la elecciones para el Congreso de la Republica, en la que solo un frágil 15% del electorado respaldo a los candidatos del presidente Uribe.

Que se viene para la sociedad.

Una reforma tributaria estructural en la que se gravara la renta y hasta el consumo de alimentos . El Estado necesitara recursos, y estos saldrán de la sociedad colombiana , en su mayoría de los abstencionistas y de los opositores al gobierno quienes no recibirán nada del Estado a cambio del impuesto que serán obligados a pagar , ya que estos recursos se los entregaran a los congresistas que respaldan al gobierno , ha quienes ademas de la imposición del voto se les deberá tener contentos entregándoles prebendas por los votos que ellos a su vez deberán dar a favor de las políticas del gobierno Uribe,
Serán los cuatro años venideros supremamente difíciles, en lo que en materia de ingresos se refiere para la inmensa mayoría de los colombianos. Es muy posible incluso que antes de que termine el periodo próximo de Uribe, la gente clame su renuncia o lo depongan, aunque modernamente es muy difícil esta segunda alternativa.
El pueblo de Colombia se apresta a vivir la escasez económica que tuvo Argentina hace un tiempo no muy lejano y una represión de la protesta social sin precedentes históricos , a pesar de que hemos vivido un conflicto armado que lleva siglos, pues cuando el Tratado de Libre Comercio empiece a producir sus efectos desvastadores y la pobreza sea insostenible, los problemas de orden publico no se haran esperar , y el Congreso en su mayoria gobiernista no objetara ninguna medida encaminada a garantizar la seguridad democratica de los ricos, la cual se logra reprimiendo a los pobres cuando estos protestan para que los dejen tener una vida digna.

Wednesday, March 08, 2006

Procuraduría revela lista de 16 candidatos al Congreso que están inhabilitados

oProcuraduría revela lista de 16 candidatos al Congreso que están inhabilitados
El Ministerio Público informó que puede haber más aspirantes con restricciones para ser elegidos el 12 de marzo.
Sin embargo, hasta el momento el sistema de antecedentes que maneja esa entidad, no ha recibido oficialmente relación de las sanciones.
La lista de los aspirantes al Congreso que están inhabilitados para ser elegidos en esa corporación produjo más de una sorpresa en partidos, movimientos políticos y ciudadanía a menos de tres semanas de las elecciones.
Según el Ministerio Público las inhabilidades cobijan a cinco candidatos al Senado y a once que aspiran a la Cámara de Representantes.
Los de Senado son:
José Marcial Rodriguez Cárdenas, del Polo Democrático
Miguel Jesús Arenas Prada, de Convergencia Ciudadana
José William Pachón Vanegas, del Movimiento Reconstrucción Democrática Ciudadana
Ricardo Cifuentes Salamanca, de Colombia Viva
Myriam Pinilla de Charris, del Movimiento Comunal y Comunitario.
Entre tanto los aspirantes a la Cámara que no podrían llegar a esa corporación son:
Alfonso Gonzalez Vargas
Jesús María Quevedo Rivas
Pedro Alejandro Pardo Rodriguez
Ramiro Machado Mejía
Augusto de Jesus Osorno Gíl
Demilton Javier Calvo Quiroz
Ulpiano Gutiérrez Rojas
Germán Enrique Prieto Heredia
Miguel Ángel Mora Marín
Luis Enrique Ángel Villalba
José Góngora Salas
Las inhabilidades proceden de sanciones disciplinarias que además de destitución no permiten que durante un lapso los sancionados puedan ocupar cargos públicos.
De igual forma las inhabilidades proceden de condenas por delitos juzgados y de procesos fiscales realizados por la Contraloría.
Puede haber más
La Procuraduría advirtió que aquellos sancionados o condenados que no aparecen en esa lista es porque aún las entidades que las impusieron no han informado de ellas y no han sido registradas antes del 20 de febrero de este año.
Eso quiere decir que si llegan a ser electos podrían enfrentar demandas electorales o investigaciones de la misma Procuraduría que terminarían en inhabilidades hasta de 20 años.
Por mandato legal cada vez que hay elecciones al Congreso la Registraduría Nacional del Estado Civil debe enviar a la Procuraduría la relación de las personas inscritas con el fin de verificar sus antecedentes penales, fiscales y disciplinarios.
Ese mandato no tiene otro fin que alertar al elector, a los partidos políticos y a los mismos organismos de control sobre aquellas personas que piensan llegar al Congreso pero que han sido sancionadas o condenadas.
La Constitución señala que no podrá ser congresista aquella persona que haya sido condenada en cualquier tiempo por los jueces.
Las normas electorales también prohíben que aquellos con inhabilidades vigentes derivadas de procesos penales, disciplinarios o fiscales tampoco podrán inscribir sus nombres como aspirantes a cualquier cargo de elección popular.
La Procuraduría advierte que también hay inhabilidad de aquellos candidatos que han contratado seis meses antes de las elecciones con el Estado y quienes tienen familiares trabajando en entidades del Estado. Sin embargo, explicó, esas solo se podrán conocer una vez elegidos y que algún ciudadano demande.
La Registraduría envió el pasado 13 de febrero la información de los inscritos al Ministerio Público en la que relacionó los 823 aspirantes al Senado y los 2.005 a la Cámara.
En una semana, los encargados de los antecedentes cruzaron la información con la de la Registraduría con los nombres y números de cédulas de los candidatos, el Sistema de Información de Registro de Sanciones y Causas de Inhabilidad (SIRI) de la Procuraduría, y detectaron la presencia de inhabilidades derivadas de la imposición de sanciones disciplinarias, fiscales y penales que les impiden acceder a cargos públicos.
El listado oficial fue divulgado ayer en la página web de la Procuraduría.
Los que no podrán aspirar al Congreso el próximo 12 de marzo
José Marcial Rodríguez del Polo Democrático Alternativo fue condenado, según el reporte, a 24 meses de prisión por el delito de inasistencia alimentaria. Dice que no lo han notificado.
José William Pachón, de Reconstrucción Democrática Ciudadana fue condenado a prisión de 12 meses por estafa. Él afirma: “la Procuraduría me envió la información y mis antecedentes son perfectos”.
Miguel Jesús Arenas de Convergencia Ciudadana tiene cuatro multas. Según la ley esto le genera una inhabilidad hasta el 2008. “Tengo tres multas y tengo la inhabilidad, mis abogados están adelantando todo”, asegura Arenas.
Ricardo Cifuentes de Colombia Viva tiene también inhabilidad hasta el 2009. Asegura que ha pagado dos de las tres multas impuestas y responderá por la última. “Lo haré en las próximas horas. Son alrededor de 10'700.000 pesos”.
Myriam Pinilla del movimiento Comunal y Comunitario de Colombia tiene inhabilidad general por 10 años desde el 2005.